Transcripción del ADN
Cuando una parte de la información contenida en la molécula de ADN debe ser utilizada en el citoplasma de la célula para la construcción de las proteínas, ella es transcrita bajo la forma de una pequeña cadena de ácido ribonucléico: el ARN mensajero (ARNm) utilizando las mismas correspondencias de base que el ADN visto anteriormente, pero con la diferencia ya señalada de que la timina es reemplazada por el uracilo. Uno a uno se van añadiendo los ribonucleótidos trifosfato en la dirección 5´a 3´, usando de molde sólo una de las ramas de la cadena de ADN y a la ARN polimerasa como catalizador.La operación de trascripción no puede tener lugar salvo que dos secuencias particulares estén presentes en el ADN: la promotora al comienzo de la secuencia, que es distinta en las eucariotas y en los procariotas, y la de corte propiamente dicha -conocida como cola de poli A (compuesto de hasta 200 nucleótidos de adenina)-, que en las procariotas sólo existe al final de la secuencia. Las eucariotes presentan en esta región una señal que induce la cópula de un precursor más grande.
Puesto que los pares de bases se asocian asimétricamente (tomando como referencia el esqueleto de fosfato-azúcar), un surco entre los hilos es más ancho que el otro.Éstos se llaman: el surco principal y el de menor importancia. Ambos proporcionan oportunidades para las interacciones de las base-específicas, pero el surco principal satisface mejor esa tarea y se observa más a menudo como el sitio obligatorio y primario para comenzar las transcripciones.
Traducción del ARN
La información genética llevada por el ARNm deberá ser traducida en el citoplasma por una fábrica de proteínas: el ribosoma (éste está compuesto por varios tipos de proteínas más una forma de ARN, denominado ARN ribosómico). En el ribosoma no se podrá comenzar la lectura de un mensajero mas que por una secuencia particular, distinta en las eucariotes y en las procariotas. Asido el ARNm en el ribosoma, el tercer tipo de ARN -ARN de transferencia (ARNt)- entra en acción.
Existen muchos tipos de ARNt y cada uno es capaz de reconocer determinados grupos de tres bases (codones) del ARNm. A cada triplete de nucleótidos, los ARN de transferencia hacen corresponder uno de los veinte aminoácidos[3] que constituyen las mayores cadenas polipéptidas, las proteínas. La información es inscripta de un trazo en el ADN bacteriano[4], pero en los organismos superiores se ha descubierto hace una decena de años que la información genética constituye un mosaico en los que la información útil es interrumpida por secuencias no codificantes, aparentemente inútiles, llamadas intrones (las secuencias codificantes son llamadas exones).En la célula eucariote, en principio, el ARNm transcribe todo, intrones incluídos.
Las secuencias supernumerarias formarán los lazos que serán cortados al mismo tiempo que los pedazos útiles del ARN serán recolectados. Este proceso es llamado engrosado (el cual puede dar origen a más de una forma diferente de empalme o empalmes alternativos de los que puede resultar la formación de más de un polipéptido funcional, a partir de una trascripción inicialmente idéntica[5]); recién entonces, la molécula engrosada de ARN mensajero maduro atraviesa la membrana nuclear por los poros nucleares, ayudada por proteínas particulares de ribo-núcleo-proteínas (RNP´s m).
En resumen, hasta aquí ...
Gráfico 3. Trascripción y traducción del ADN en la célula eucariota CÉLULA EUCARIOTA
detalleÊ TRANSCRIPCIÓN
Ê TRADUCCIÓN
Expresión del ADN mitocondrial
El genoma mitocondrial contiene un total de 37 genes de los cualesØ 13 genes que codifican para ARNs mensajeros, y por lo tanto para 13 proteínas.Ø 22 genes que codifican para 22 tARNs (ARNs de transferencial) y 2 genes que codifican para dos rRNAs mitocondriales (RNAs ribosómicos).Además de las proteínas que la mitocondria puede sintetizar por si misma, necesita importar algunas otras sintetizadas en el núcleo.De igual forma, los lípidos que forman las membranas externa e interna de la mitocondria son importadas.[ver próxima clase ADN mitocondrial]
El producto: las proteínas.
El código genético consiste en 64 combinaciones de triples (codones) y sus aminoácidos correspondientes. A continuación se detallan los codones que aparecerían en una molécula de ARN mensajero: 61 codifican para aminoácidos y 3 son señales de detención. Como los aminoácidos son sólo veinte, existen tripletes “sinónimos” [ver Cuadro 1]Asimismo, a este fenónemo llamado degeneración del código (expresión para describir los estados múltiples de los tripletes) que, de hecho, puede producir cierta ambigüedad en la lectura de los codones, debe agregarse la existencia de las secuencias no codificantes, y, en las eucariotes, las secuencias repetidas, las interacciones y las recombinaciones espontáneas entre los genes. Luego de la iniciación, la traducción -que siempre se llevará a cabo por la lectura de un triplete o codón (tres bases) por vez- no trae problemas de especie, el código genético es universal y determina la relación que existe en el ámbito de la traducción entre series de nucleótidos o codones y los aminoácidos (vale siempre para el ADN citoplásmico). El flujo de información va del ADN al ARN mensajero y de allí, finalmente, a formar la proteína, con la importante diferencia –ya apuntada- entre las procariotas y las eucariotes.Las proteínas están configuradas por cadenas polipéptidas, esto es aminoácidos asociados químicamente y plegados de manera específica. [ver Cuadro 2]
En el cuadro a la derecha, la fórmula química de los aminoácidos (en color negro la parte común, mientras que en color azul puede verse la parte variable, que da a los aminoácidos distinto comportamiento: naranja = aminoácidos hidrófobos; verde = aminoácidos polares; magenta = aminoácidos ácidos; ciano = aminoácidos básicos |
Las proteínas han tenido una significativa importancia, como guía del diseño genético, en el momento del cartografiado del genoma de los organismos.El primer genoma cuya secuencia completa de nucleótidos fue conocida, fue la del ADN del bacteriófago j X174, descubierto por Frederick Sanger, lo que le valió su segundo premio Nóbel, en 1980. Cuando comenzó, los enunciados básicos eran:
Un segmento de ADN de un j X174, mostrando una porción de los genes para las proteínas D y E. El gen completo para E está dentro del gen de D, que no tiene ninguna relación con la anterior
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